La mayoría de las veces, y en los exámenes no iba a ser diferente, nos centramos en el resultado, y no, en el trabajo que realizamos para conseguirlo, es por ello que si no has desarrollado unos hábitos de estudio y una disciplina en los últimos meses para conseguir un buen resultado, centrarse ahora en que éste sea muy bueno, será algo realmente difícil y, en la mayoría de las ocasiones, totalmente dependiente del factor suerte.
Programar, programar y programar, sigue siendo fundamental estos días previos a los exámenes, invierte un par de horas, o más si es necesario, en organizar los apuntes y crear un calendario con las horas que vas a dedicar a cada asignatura, según el grado de dificultad, y la fecha programada para su examen. En estos días, ese calendario que has creado será tu mejor aliado, ¡debes serle fiel hasta el día del último examen!
Es muy importante también que tengas una actitud positiva y estés segur@ de ti mismo, comer sano y dormir bien, dos tópicos que no está de más recordar, pues los nervios incontrolados, en ocasiones, nos hacen comer lo primero que pillamos, tomar litros de café y como consecuencia, dormir pocas horas, algo contraproducente completamente en época de exámenes.
Llegando al final de este artículo, sólo nos queda decirte que ánimo y paciencia, y que tengas en cuenta que no siempre las cosas salen como habíamos previsto, puedes suspender un examen y eso no debe influir en el resto de cosas de tu vida, es muy importante asumir un error y levantarte si has fracasado, para volver a intentarlo con más preparación si existe otra oportunidad. ¿Sabías que en Estados Unidos, muchas empresas buscan candidatos que hayan fracasado en algún momento de su vida profesional? El fracaso, en ocasiones, es parte del éxito.
¡Buena suerte!